martes, 22 de febrero de 2011

Pringado de Servicio Howto

Y que uno se pregunta, cuando hablo ¿Quién demonios me escucha?, es curioso, ver como la gente te pide a diario, que hagas cosas por ellos, y para una cosa que tu les pides, por y para ellos, pasan los días y hay gente que pasa olímpicamente, y que luego te vienen con el típico "...Es que se me ha olvidado..", Olvidado?, no me jodas, que pasa no tienes un momento para hacer eso que los entendidos en la materia llaman "Pensar".

Estamos en la cultura del "yo para mi, y al resto que les den por el culo", y es curioso, porque lo que se suele indicar como obligatorio, no es más que un bien para el usuario del servicio, y cuando este no antiende a razones, es cuando uno piensa: "Ahora entiendo lo del fracaso escolar... la generación NI-NI, y la que viene de camino, NI-NI-NI (ni estudia, ni trabaja, ni piensa).

El pensar se debería de colocar en una posición de privilegio, viendo donde se dirige la sociedad, cuesta hasta pensar por uno mismo, realmente resultan curiosas algunas excusas, y algunos comportamientos que gente que ya se supone dejó atrás la pubertad, y no me refiero de un año atrás, sino de más de diez, aún así siguen siendo niños.

Luego de todo siempre atendemos a la misma excusa: "No es culpa mía, se me ha olvidado...", o aquel tan bonito que rezaba así: "... Es que yo no lo sabía...", y lo malo no es eso, es que esa misma gente piensan que realmente han quedado bien, desde luego resulta un tanto triste que la gente acabe por no responsabilizarse de ellos mismos, y recurrir a los típicos recursos que usábamos de niños.

Por otra parte están los políticos, y quién haya tratado con ellos imagino que entenderá lo que voy a decir, vamos a ponernos en situación:

1º De un servicio que no tenías nada, una persona, previo coste de su tiempo, dinero, esfuerzo y dedicación, saca un servicio bastante rentable.

2º Tras un tiempo demostrando lo rentable que puede llegar a ser, parece que algún visionario piensa: "Pues realmente podría ser rentable...", con lo cual comienza un proyecto más en el aire, que en tierra. Al cabo de un tiempo da frutos, y se consigue un local nuevo.

3º Una vez conseguido el local, a nuestro amigo pringado le toca moverse primero para buscar distribuidor de material nuevo, gracias a su don de gentes consigue uno de los mejores distribuidores de la zona, luego de desmontar el material anterior, limpiar acondiconar y volverlo a pontar en el lugar nuevo, para el día de la inaguración, día en que aparecen los políticos para realizarse las fotos de rigor, ya se sabe que todo proyecto bien realizado, bien merece fotos de los que en él hayan colaborado. El servicio mejora en prestaciones y calidad del lugar. Pasa el tiempo y efectivamente el servicio se hace muy muy rentable.

4º Pasado un año, nos encontramos, que tras de un bonito inicio, lleno de previsiones que se van cumpliendo, inclusive por encima de los esperado, después de realizar muchas apuestas para mejorar todavía más el mencionado servicio, y varias propuestas que quedan en oídos sordos, y otras que por voluntad propia salen adelante teniendo una buena aceptación. Siempre intentando mejorar los conocimientos que se tienen, previo pago del bolsillo propio, para poder dar un mejor y más completo servicio, del cual uno mismo no va a sacar rentabilidad, teniendo siempre en cuenta que va a ser rentabilidad para terceros.

5º Pasa el tiempo y visicitudes de la vida, y 3 años después del inicio de todo, resulta que se encuentra en una situación si cabe peor a la inicial. Más responsabilidad, más gente a la que prestar servicio, respuesta de la autoridad superior nula, oídos sordos a posibilidades para mejorar servicio, el interés en el funcionamiento y mejora del servicio es mínimo (asímismo su mejora de rentabilidad), y la situación del pringado en vez de mejorar, empeora.

6º Llega un momento, en que te planteas, ¿Realmente a alguien le interesa lo que hago? ¿Existe algún interés por la persona que gestiona el servicio? ¿Las personas que están usando el servicio, están interesadas en su mejora? ¿Proponer más cosas, mejorar el servicio, para qué, a alguien le importa?

A todas esas preguntas la respuesta me siguen saliendo un NO rotundo, salvando quizás gente que realmente usa, valora y cuida el servicio.

Llega un momento tras de todo esto, que uno está desilusionado absolutamente, que ya hace las cosas por condescendencia hacia la gente que usa el servicio, simple, pura y llánamente (aunque en la mayoría de los casos, la respuesta sea la indiferencia). Me pregunto si alguna vez se valorará lo hecho.

Ingredientes para hacernos con un pringado de Servicio:

-Que sea una persona que tenga pasión por la salud, el deporte y la gente.
-Que sea una persona muy activa, que siempre intente mejorar.
-Que sea una persona fácilmente ilusionable con un nuevo proyecto.
-Que tenga pasión por aprender y enseñar, además de mucha paciencia y don de gentes.
-Y lo más importante, que sea TONTA con mayúsculas, de otro modo no lo podríamos captar.

Ju-LK-No.

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